Hoy en Zaragoza, un grupo de 26 voluntarios ha estado acompañando a los residentes de la Casa de Amparo en sus paseos diarios por el centro de la ciudad. Estos voluntarios desempeñan una labor altruista que impacta positivamente en la vida de las personas mayores que residen en este centro.
Muchos de estos residentes no tienen familiares cercanos y, gracias a la labor de estos voluntarios, tienen la oportunidad de salir a la calle, tomar el sol y disfrutar de la compañía de otras personas. Para muchos de ellos, este paseo diario es uno de los momentos más esperados del día, ya que les permite mejorar su bienestar y combatir la soledad.
El consejero de Participación Ciudadana y Régimen Interior, Alfonso Mendoza, junto con la concejal delegada del Mayor, Paloma Espinosa, han querido destacar la importancia de la labor realizada por estos voluntarios. Más allá de simplemente acompañar a los residentes en sus paseos, los voluntarios ofrecen conversación, compañía y establecen vínculos personales que mejoran la calidad de vida de los mayores de la Casa de Amparo.
«Vuestra ayuda es imprescindible porque sin vosotros no podríamos hacer esta actividad, que va mucho más allá del simple paseo por la calle. Vuestra presencia no solo mejora el estado de ánimo de los residentes, sino que también contribuye a su salud y bienestar general», destacó Mendoza durante la jornada de acompañamiento a los voluntarios.
En un mundo donde la soledad y el aislamiento son cada vez más comunes entre las personas mayores, la labor de estos voluntarios se vuelve aún más valiosa. Gracias a su dedicación y compromiso, los residentes de la Casa de Amparo pueden disfrutar de momentos de alegría, compañía y conexión con la comunidad, lo cual tiene un impacto positivo en su calidad de vida.
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