La orden religiosa de las Escuelas Pías ha emitido un comunicado en el que defiende al obispo de Huesca, Pedro Aguado, quien ha sido denunciado en México por presuntamente encubrir un caso de pederastia cuando era superior general de la orden. Según el comunicado, Aguado no tuvo conocimiento de los abusos sexuales cometidos por el escolapio José Miguel Flores hasta 2019, a pesar de las acusaciones de un nuevo testimonio que asegura que fue informado en 2010.
La denuncia, presentada ante la Fiscalía de Ciudad de México, solicita la inhabilitación de Aguado como obispo de las diócesis de Huesca y Jaca, acusándolo de encubrimiento institucional de pederastia. La orden escolapia afirma que antes de 2019 no recibieron denuncias de abusos sexuales por parte de Flores ni tenían conocimiento de otras posibles víctimas.
Ante los abusos reconocidos, las Escuelas Pías activaron una investigación preliminar y adoptaron medidas cautelares bajo la dirección de Aguado. Las pesquisas culminaron en un informe presentado a la Santa Sede en octubre de ese mismo año, resultando en la dimisión y expulsión definitiva de Flores de la orden un año después.
La orden asegura haber brindado acompañamiento educativo, económico y pastoral a la víctima, reconociendo que sus respuestas y apoyos nunca serán suficientes frente a situaciones tan terribles. Se comprometen a seguir apoyando a las víctimas y a construir ambientes seguros, alentando a quienes hayan sufrido abusos a comunicarse a través de un correo electrónico especializado.
En medio de estas acusaciones y revelaciones, las Escuelas Pías reafirman su compromiso con las víctimas y su enfoque de tolerancia cero hacia los abusos, destacando la importancia de mejorar la manera en que acompañan y apoyan a quienes han sido afectados.
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